domingo, 6 de julio de 2014

Verano


El dulce verano daba pie a las mil y una conjeturas en las que un futuro mordaz se presentaba tentando, a todo aquel que se pusiera por delante, con deliciosas frutas que al morderlas brindarían experiencias que acabarían siendo retenidas en las memorias de aquellos privilegiados que con arbitrariedad divina serian escogidos para degustar el sabor de la plena felicidad, mientras el resto de los mortales frustrados al no poder catar semejante placer se verían abocados a sumergirse en el melancólico sentimiento de esta vez no puedo ser.