miércoles, 28 de agosto de 2013

Una más del aren


 
Unos ojos del color de la miel seguían sus pasos perdidos por las dunas del desierto. Escudriñar la figura que buscaba entre el  gentío del sequito que la custodiaba se le entornaba ardua tarea. Entonces cuando el sol brillaba en lo más alto del firmamento uno de sus cálidos rayos se derramó sobre unos ropajes dorados y rojizos para alumbrarle el camino a seguir. Era ella.
Un sable desenfundado rompió el aire y un manto de arena se alzó acotando lo que se convirtió en el escenario de una corta batalla. Demasiados hombres para ser vencidos por un tan solo por un escuálido muchacho y sus agallas. Ya de rodillas a sabiendas de no tener salvación una voz familiar y fría le espeluznó cuando su propia hermana ordenó su ejecución. Las riquezas y la vida en palacio consiguió borrar de su memoria que ella era una muchacha humilde que un dia fue robada para convertirse en una ramera más del aren del sultán. Pobre inocente que se atrevió a renegar de su familia viendo correr la sangre de su hermano; ella jamás pudo imaginar que una vez su belleza caducara seria el recuerdo de un despojo ya olvidado sin una vida a la que poder regresar.

domingo, 25 de agosto de 2013

Útlimo Latido

 
El fuego se propagó con tal rapidez por cada rincón de la fortaleza que poco pudieron hacer por todos los que allí habitaban pues a duras penas consiguieron escapar ellos mismos. El enemigo era más fuerte y les ganaba terreno a cada segundo que pasaba. Sin duda aquellos eran sus últimos instantes de vida; no perecerían entre el calor de las llamas pero si bajo el yugo de la espadas de los opresores. Ambos conscientes de la temible verdad se miraron a los ojos para encontrar en medio del dolor y el sufrimiento un remanso de paz, pero un fuerte estruendo y el asfixiante humo que entraba por sus pulmones borró toda sensación de sosiego. Caballos, portadores de jinetes ansiando sangre, galopaban directos a la pareja de amantes. Las pocas fuerzas que ambos albergaban no serian invertidas en oponer resistencia al trágico final, no. Con sus últimas fuerzas se perdieron en un abrazo que pronto se convirtió en un mar de caricias, fundiéndose el uno en el otro cual horizonte une agua y cielo, consiguiendo perder así la frontera que delimita una piel de otra para luego sucumbir en un beso voraz y apasionado dónde solo había cabida para el adiós. Un instante de  felicidad; otro instante de dolor y con un golpe de espada, asestada con más atino que fuerza por la mano del enemigo, dos riachuelos de sangre brotaron detrás de respiraciones agitadas mientras ambos corazones con el sonido de su último latido se brindaban mutua consuelo estando acompañado este por el susurro de unos labios que prometían amor eterno.

jueves, 22 de agosto de 2013

Último Concierto



Los primeros acordes de música comenzaron a sonar anunciando así el inicio del concierto. El público aclamaba su presencia en el escenario. Con sonrisa fingida y sin ser a penas consciente de dónde se hallaba dio voz a las primera notas de la canción que la hizo probar las mieles del éxito, un sabor sin el cual ya no podría vivir. El lujo y el alcohol estancado en vena ahora eran su modo de vida, las drogas su alimento. Un sudor frío le recorría la espalda. Los focos le cegaban la visión. El silencio pronto se hizo patente entre el público, se preguntó el porqué. Un profundo sueño reclamaba su presencia, no luchó, se dejó hacer. Había tenido lugar su último concierto.

domingo, 18 de agosto de 2013

Juego de niños


Las puertas del despacho se cerraron tras ella amortiguando así el bullicio de los invitados. Mujer fría, de carácter orgulloso, no podía dejar aflorar el recelo de aquella reunión a la que fue convocada con demasiadas prisas y excesivo recelo. Sabía perfectamente que la misión encomendada había sido llevada a buen término dos días atrás con un éxito embriagador consiguiendo así un descanso merecido permitiéndose por una vez en mucho tiempo dejar atrás falsas identidades e intrigas políticas a las que ya no encontraba sentido. Planteándose más de lo debido dejar la profesión seguía cumpliendo las órdenes dadas sin ser cuestionadas quizá por miedo a las represalias, quizá acostumbrada a la inercia de una vida difícil de dejar atrás. Así que allí estaba, en un despacho en mitad de la noche engalanada con sus mejores ropas para no desentonar.

Conociendo de sobras el protocola establecido, le fue entregado un nuevo expediente que con detenimiento leyó. Un cruce de miradas mudas entre ella y su superior fueron suficientes para decirlo todo. Con el mismo silencio con el que entró volvió a una fiesta que de pronto se le torno abrumadora. Todas aquellas risas, lujos, esplendores y chismorreos de la alta sociedad no cesarían a pesar de que a la mañana siguiente se daría inicio a una guerra, en la que sería el pueblo quién sufriría las consecuencias de un juego entre niños que gozaban de excesivo poder y que ansiaban proclamarse como los grandes vencedores ante unos adversarios igual de caprichosos.

martes, 13 de agosto de 2013

Blanco Roto


El calor que atenazaba su cuerpo se acentuaba por el contraste del frio reinanante a su alrededor. Todo era silencio. De pronto los primeros copos de nieve rozaron su piel para calmar el fuego que alimentaba su alma para poco a poco dejarlo en cenizas que el tiempo se llevaría como si de viento se tratase aunque dejando una cicatriz en el recuerdo que siempre permanecería. Se mentiría a sí misma si se intentara convencer de que sentía remordimientos pues tan solo estaba ejerciendo con su trabajo. Era una guerrera, aunque otros la calificaban como las más cruentas de las cazadoras o mercenarias. Sus víctimas tenían rostro pero no nombres, hasta ese día. El encargo era claro, una flecha limpia directa al corazón sin dejar huellas, sin dejar espacio al sufrimiento. Los copos de nieve aislados se convirtieron en una tempestad que desplegaba ante su mirada una cortina de blanco translucido que apenas le dejaba ver sus pasos. Ruido, alguien se acercaba llevando consigo un canturreo alegre. Alzó el arco y aquel rostro tantas veces escrutado, tantas veces añorado y de sobras conocido se paralizó en una mueca que buscaba el entendimiento de la situación. Un titubeo antes de lanzar la flecha. Una lágrima rogando compasión sin saber la razón. Otra lágrima pidiendo perdón por lo que aun no había acontecido. Un siseo. Un sonido sordo. El blanco fue roto por el color rojo de la sangre.

domingo, 11 de agosto de 2013

Cautiva


Sentía la impotencia de encontrarse privada del sentido de la vista. Sus parpados estaban sellados por medio de una artimaña de difícil descripción. Intentaba con todas sus fuerzas liberarse de la prisión de la oscuridad pero poco podía hacer. Un coctel que mezclaba el temor y el deseo de venganza se apoderaron de ella obteniendo como resultado la imperante necesidad de escapar de sus captores. Fue entonces cuando no se pudo controlar, mostrando su verdadera capacidad de reacción. La fuerza vital de cada unos de los seres que albergaban aquel planeta fue recabada por su don, reuniendo así en su propio organismo las capacidades sufrientes para escapar de las sombras. Sintiendo un fuerte tirón al abrir bruscamente los parpados desgarrando parte superficial de la piel creó una bola de energía que lanzó con atino a los malhechores. Consiguió huir aunque sin saber cuánto duraría esa libertad pues la persecución recién se iniciaba creando un futuro incierto.

jueves, 8 de agosto de 2013

Sentir


 
Sentía el confort de sus brazos rodeándome el cuerpo, estrechándome para no dejarme caer. Adoraba esa sensación de sentirme vulnerable, sentir que me protegía y que con él nada malo me podía pasar.  Un baile inocente se convirtió en toda una declaración de intenciones. Era capaz de sentir su deseo, de sentir como me acariciaba con la mirada, como suplicaba que aquel baile no acabara jamás. Muchos de los presentes lanzabas puñales con sus miradas a todas luces calificando nuestro comportamiento de impío, pero poco me importaba ya. Me encontraba sucumbida en una vorágine en la que solo existía, disfrutar de él, de su olor, de su contacto, de su mirada y de su sonrisa. La música lo invadió todo creando un espacio en dónde solo estábamos los dos. Cada nota guiaba nuestro cuerpo creando la ilusión de una danza perfecta y harmoniosa. La suave luz nos envolvía con delicadeza, la música cesó… entonces abrí los ojos para salir de la ensoñación, no era yo la que bailaba en aquellos brazos musculados pero fue reconfortante refugiarme en la imaginación para adoptar la vida de otra persona. Jamás sería yo la chica a la que sacaran a baila. Debía consolarme con los retazos de vida imaginarios para poder sentir, para poder soportar la cotidianidad que me enclaustraba día tras día en una existencia apaciguada que aprisionaba mis ganas de volar.

martes, 6 de agosto de 2013

Sirena


En medio de una oscuridad impenetrable propia de las profundidades del océano, una luz apareció. Parecía alumbrar el camino que condeciría a la intrépida sirena a su nuevo destino. Cuando tan solo estaba a unos escasos centímetros aquella luz parecía abrirse para  transportarla quizá a un mundo muy distinto al que ella conocía. Con cautela se abrió paso entre las aguas para asomarse y saciar una curiosidad que sabía que algún día le jugaría una mala pasada. Meditándolo después, quizá ese día llegó. A pesar de observar aquella luz con atención no conseguía discernir nada hasta que una imagen se formuló con claridad. Se trataban de unos entes extraños que vivían en un mundo que a simple vista carecía de agua. Además estos no tenían una cola de sirena como la suya sino dos aparatejos extraños, largos y rígidos que sustentaban el resto del cuerpo y que a través de un sistema mecánico, que se le antojaba complejo, les permitía desplazarse de un lugar a otro. ¿De qué le sonaba aquello? Entonces lo recordó. Había escuchado hablar de esos seres en los cuentos infantiles, pero jamás consideró la posibilidad de que realmente existieran. Eran humanos y no eran una fantasía. Sus divagaciones se rompieron. La luz la envolvió y sintió como unas manos fuertes tiraban de ella.

lunes, 5 de agosto de 2013

Vampira



Un  instante, un mordisco y un dolor agudo, difícil de calificar, fue lo que cambio su vida para siempre. Desoyendo los aconsejo  de los allegados se aventuró por las calles en plena noche cuando unos pasos anunciaban que alguien la seguía. Para cuando quiso reaccionar era demasiado tarde, su agresor estaba encima de ella. El forcejeo mantenido con el desconocido tan solo hizo que se prolongara la agonía. Fue entonces, en un breve momento cuando a luz de la luna vio como resplandecían unos colmillos afilados que ansiaban su sangre. Un vampiro. Aficionada a lectura de ficción siempre achacó a esa legendaria figura a las mentes imaginativas de unos autores ávidos de historias que entretuviesen a un público cada vez más exigente. Pero entonces delante de ella se alzaba la prueba de que aquellos seres de ultratumba existían. El hilo de sus pensamientos se rompió cuando empezó a sentir como lentamente su sangre aún caliente emanaba de los dos orificios surcados por el extraño agresor. Cuando su fuerza vital era escasa fue abandona en  la calle a merced de maleantes. Lo siguiente que recuerda fue que comenzó a sentir una sed extrema, una sed como la que jamás había sentido. Se convirtió en uno de ellos. Ahora ese era ya un recuerdo lejano, desde entonces vive condenada a vivir en las sombras durante toda la eternidad siendo un  monstruo sin alma movida por la lujuria y la sed de supervivencia.

domingo, 4 de agosto de 2013

Quizás


Ya no podía soportar la larga espera. Demasiado tiempo construyendo en su cabeza todo un amplio surtido de los posibles desenlaces de aquella historia demasiado larga; el eterno enfrentamiento de la luz contra la oscuridad, del bien contra el mal. De todos ellos ninguno le satisfacía lo suficientes pues, fuese cual fuese, todos desencadenaba una misma realidad; más dolor y sufrimiento. Cuando creía que se perdería en su propia angustia, consumiéndose en la duda, una paloma le hacía llegar un mensaje que sosegaría la angustia de la incerteza de no poder dar respuesta al quizás, al que pasará.

viernes, 2 de agosto de 2013

Espíritus de Ave Fénix


Sin tiempo ni siquiera para poder recuperara las fuerzas perdidas a causa de la batalla acaecida con el enemigo, escuchó como las tropas se acercaban con un sigilo que ellos creían perfeccionado pero que en realidad era demasiado tosco para unos oídos cómo los de ella, los cuales eran unos privilegiados capaces de escuchar a leguas de distancia el bombeo de la sangre de todo humano, animal o ser viviente. En aquellas condiciones no se veía con la capacitación suficiente para enfrascarse en una nueva lucha en la que tendría todas las de perder. Era irónico, pensó, pues la razón de tal persecución no era otra que darle caza por ser considerada altamente peligrosa por aquellos que se hacían llamar humanos pero que la realidad era bien distinta, pues tal y como demostraban sus actos no eran otra cosa que simples salvajes ignorantes que se limitaban a destruir aquello juzgado cómo amenazador por serles desconocido. Al igual que ella muchos otros de su misma especie se encontraban en semejante situación; unos optaban por esconderse, otros por luchar. Con el enemigo cada vez más cerca y sintiendo como las últimas fuerzas la abandonaban, acarició la dulce idea de rendirse para dejar de sufrir, para dejar de padecer. Cuando la resignación la encontró no vino sola pues le acompañaban dos espíritus de ave fénix. Según sus creencias se trataba de uno de los mejores augurios, entonces supo que se proclamaría vencedora.  Con la energía y la fuerza vital recuperada, tan diminuta como era, hizo frente al gigante enemigo sin rastro ya de aquel temor que la hizo dudar de una salida victoriosa. Jamás dejó de luchar, jamás titubeo ante el enemigo.