Ya
no podía soportar la larga espera. Demasiado tiempo construyendo en su cabeza
todo un amplio surtido de los posibles desenlaces de aquella historia demasiado
larga; el eterno enfrentamiento de la luz contra la oscuridad, del bien contra
el mal. De todos ellos ninguno le satisfacía lo suficientes pues, fuese cual
fuese, todos desencadenaba una misma realidad; más dolor y sufrimiento. Cuando creía
que se perdería en su propia angustia, consumiéndose en la duda, una paloma le hacía
llegar un mensaje que sosegaría la angustia de la incerteza de no poder dar
respuesta al quizás, al que pasará.
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