lunes, 5 de agosto de 2013

Vampira



Un  instante, un mordisco y un dolor agudo, difícil de calificar, fue lo que cambio su vida para siempre. Desoyendo los aconsejo  de los allegados se aventuró por las calles en plena noche cuando unos pasos anunciaban que alguien la seguía. Para cuando quiso reaccionar era demasiado tarde, su agresor estaba encima de ella. El forcejeo mantenido con el desconocido tan solo hizo que se prolongara la agonía. Fue entonces, en un breve momento cuando a luz de la luna vio como resplandecían unos colmillos afilados que ansiaban su sangre. Un vampiro. Aficionada a lectura de ficción siempre achacó a esa legendaria figura a las mentes imaginativas de unos autores ávidos de historias que entretuviesen a un público cada vez más exigente. Pero entonces delante de ella se alzaba la prueba de que aquellos seres de ultratumba existían. El hilo de sus pensamientos se rompió cuando empezó a sentir como lentamente su sangre aún caliente emanaba de los dos orificios surcados por el extraño agresor. Cuando su fuerza vital era escasa fue abandona en  la calle a merced de maleantes. Lo siguiente que recuerda fue que comenzó a sentir una sed extrema, una sed como la que jamás había sentido. Se convirtió en uno de ellos. Ahora ese era ya un recuerdo lejano, desde entonces vive condenada a vivir en las sombras durante toda la eternidad siendo un  monstruo sin alma movida por la lujuria y la sed de supervivencia.

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