martes, 4 de agosto de 2015

Una vez más


Silencio, expectación y de pronto empezó a entenorarse por enésima vez aquella música tan conocida, tan ensayada, la misma que tenía que dejar fluir por el riego sanguíneo de cada una de las venas de su ser. Después de un aliento contenido y unos nervios enjaulados en los tejidos de la piel, las notas que seguían su caída en cascada dulcificando el silencio de los ojos azarosos que a ella querían ver, la música contorneaba su cuerpo por última vez. Entregándose en cuerpo y alma alrededor todo se convirtió en una mezcla de color, cuando la última nota sonaba cualquier atisbo de magia desapareció.