Viviendo
en medio de una sociedad adormilada y frustrada por la gris opresión, en ella despertó
el temor de convertirse en una de esas grises almas errantes perdidas en
una existencia vacía y anestesiados para no sentir dolor. No importaba dónde
mirara, pues sus ojos siempre topaban con miradas sumergidas en las tinieblas oscuras del olvido y la confusión. Pronto nubes traviesas bajo sus pies comenzaban a remolinear en
busca de una víctima más para devorar.
Correr, huir, escapar eran los únicos pensamientos
capaces de fraguar, mas algún día volvería para hacer realidad su sueño:
salvarlos a todos tiñendo de luz y color la impenetrable oscuridad.
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