domingo, 15 de diciembre de 2013

Una vida mejor


Bailar con el silencio proporcionado por el sonido de la cascada  y sentir la calidez de las frías aguas recorriendo cada centímetro de su fina piel era el único consuelo que podía curar el dolor por haber sido engañada. Ignorando las alarmas de la intuición se lanzó a un futuro imaginario en dónde podía alcanzar la autentica felicidad para poco después darse cuenta que, como el humo que nubló su razón, ese sino se esfumaba dejando un vacio en su corazón. Una vez aprendida tal lección purificó cuerpo y alma para intentar olvidar; jurándose a si misma que jamás permitiría que la esperanza de una vida mejor volviese en ella a brotar.

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