domingo, 19 de enero de 2014

La luz de una bombilla



Y de repente en el momento más inesperado, cuando la densidad de la oscuridad ocupaba la totalidad de la habitación haciéndole fallar la respiración hasta prácticamente asfixiarle, la luz de una bombilla desgarró las tinieblas para dejarle ver. Esa tenue luz pudiéndose considerar escasa en distinta circunstancias, era suficiente para insuflar de vida a sus pulmones. Ahora todo había cambiado, pues la oscuridad era un enemigo que ya no le hacía temer.

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