Otra vez a volver a empezar, otra
vez admitir un fracaso y otra vez desandar el camino andado ¿Pero acaso importaba? ¡No! Todo eso daba
igual. Era hora de coger los bártulos, irse y no mirar atrás. No importaba todos
los obstáculos a los que se tuviese que enfrentar, era sólo cuestión de saber
coger impulso, saltar y seguir bailando al son del aire cálido que, más tarde que temprano, siempre volvia a soplar.
Preciosa imagen Sara!!!
ResponderEliminarSiempre hay que seguir adelante, aprendiendo de los errores y viviendo cada instante. Un abrazo enorme amiga!!����