viernes, 4 de noviembre de 2016

Ni una de sus palabra



La soberbia estaba escrita en su mirada, porque sí, porque eso era lo que le salía del alma. A estas alturas le era difícil recordar lo que quizás en verdad nunca fue; una niña que irradiaba luz y se aferraba a la esperanza de ser amada. Pero cuando la espera es larga hasta los más crédulos se dan por vencidos. A estas alturas, la lista de decepciones ya era demasiado larga y de pronto un día se dio cuenta que ya no sentía nada. Las fuerzas para remar contracorriente sencillamente no estaban.
Y aquél iba a ser un día más, otro día en el que llamaron a las doce en punto a la puerta. Él ya llegaba para ofrecerle las limosnas de su tiempo. Ahora empezaría un juego cuerpo a cuerpo en el que se fingiría algo parecido al amor, pero rompiendo las cadenas de la rutina ella se quedó quieta y callada mientras los golpes en la puerta no cesaban. No quería volver a bailar a la conveniencia de nadie, no quería a alguien que no la tuviese en mente a jornada completa, no quería escuchar ni una de sus palabra.

3 comentarios:

  1. Si... a veces te hartas y ya no aguantas mas...
    Feliz de ver tus escritos y tus preciosas creaciones!!
    Un abrazo Sara!! :):)

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    1. Azulina, que ilusión leerte...es una pena que no tenga el tiempo que me gustaría para dedicarselo al blog y mis escritos. Espero de verdad que estés genial!! Besitos!!!!!!

      PD: ya que sé que te gustan los escritos te puedes pasar si quieres por https://lajauladeunpajaritoazul.wordpress.com/ que también es mio.

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    2. Claro que me pasaré Sara, gracias por decírmelo!! Un nombre realmente precioso, ya sabes como me gusta el azul jajaja Un besazo!! :):)

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