domingo, 24 de noviembre de 2013

Jardín

 
Familia adinerada en deudas y pretensión ve en su primogénita la salvación para enriquecerse y mejorar en posición. Como si de pura mercancía se tratase la joven fue desposada con un anciano libidinoso que habiendo conocido otros tiempos vanagloriosos no hizo tardanza en dar rienda suelta al tunante escondido detrás de su falsa educación. Rendida a su destino, al igual que tantas otras, se dejó arrastrar por las corrientes. Demasiadas eran las tardes malgastadas en un hermoso jardín  mientras impotente contemplaba como su rostro se marchitaba al lado de tal rufián. Demasiado largas eran las noches en las que un par de rugosas manos recorrían su cuerpo en un vano intento de hacerse dueño de una juventud que jamás le pertenecería tal y como su ego masculino pretendía alcanzar.

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