Una
noche de mansas aguas aquella mujer venida de otro tiempo y lugar emergió de entre las suaves y delicadas olas para abrazar
con su luz la oscuridad; remplazando así la negrura del mundo con esos brillos
azules y verdes que irradiaban sus ojos con tan solo mirar a ese vacío aparente
que envolvía el mar.
Una preciosa imagen y un bonito relato que me hubiese gustado seguir leyendo,,,
ResponderEliminarEstoy segura que con tu imaginación podrás dar a esta historia un bonito final... ¿No querrás que te lo de todo hecho, verdad? jajaja
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