Dejando atrás privilegios ni tan siquiera anhelados por los
más necesitados fue conducida por su paso firme entre oscuros callejones. Guardando
en su memoria los rostros de unos padres apesadumbrados por la insolencia de su
primogénita, se abrió camino en la noche guiada por el recuerdo de unos ojos
enamorados que tan solo podrían proporcionarle una vida humilde sazonado con el
dulce azúcar de una dilección incondicional despajado de todo interés. Difícil elección
fue debatirse entre el futuro incierto o vivir en el eterno reproche de la ausencia
de valor por ser siempre la joven obediente carente de poder de decisión
La experiencia siempre la conseguimos con nuestros actos sean acertados o no, y muchas veces tenemos que arriesgarnos a vivir como nos dicte nuestra conciencia, porque sino siempre estaremos pensando que hubiese pasado si......? valor y al toro jajaja Una preciosidad de imagen
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario que nos invita a todos a reflexionar y... ¡Menuda mano tienes para la escritura!
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