domingo, 16 de junio de 2013

Hechizo


Con la ultimas de las campanadas del reloj que marcaban el inicio de la medianoche un resplandor iluminaba una estancia dormido por la historia que como cada noche a la misma hora despertaba de un profundo letargo infundido por un hechizo que de tanto tiempo que fue pronunciado nadie era capaz de recordar la voz causante de la maldición. Aquellas paredes inertes durante el día cobraban vida y jovialidad ante la atenta mirada de las estrellas que enmudecían al ver despertar a aquella hermosa princesa tan solo presente en esencia y no en materia pues su vida pereció ya hace mucho mas cautiva de lo que siempre fue su hogar no se podía marchar. La música sonaba, el baile comenzaba, los invitados aguardaban y las telas carcomidas por los siglos cobraban el esplendor robado de tiempo atrás. Con una mirada rogando perdón por un pecado ya olvidado rogaba acabar con tal crueldad pues con los primeros rayos del alba su alma se desvanecía en el aire pero sin poder volar a otro lugar a descansar.

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